sopa letras

 

Pasatiempos: puzzles para el cerebro

“Con el cerebro ocurre lo contrario que con las carreteras: cuanto más se usa, menos se desgasta”. Lo asegura el neuropsicólogo José Antonio Portellano quien desgrana los beneficios que los crucigramas, sudokus o sopas de letras tienen para nuestra actividad mental

Papel y lápiz en mano. Números y letras rondando en la cabeza. ¡Llegó el rato de los pasatiempos! Ya sea un sudoku, un crucigrama, una sopa de letras o un autodefinido, este tipo de juegos mentales son “una especie de puzzle” para la mente de quien lo haga habitualmente.

Todo son ventajas al practicarlos, explica el neuropsicólogo y profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid:

→ Tienen una función lúdica: son el entretenimiento por excelencia, distraen y llenan los ratos libres con éxito. “Nos producen bienestar y liberación de endorfinas. Al que le guste hacer este tipo de pasatiempos, está activando los centros de placer dentro de la corteza cerebral”, afirma Portellano.

→ Previenen el riesgo de deterioro cognitivo: las personas que los realizan con frecuencia, se obligan a sí mismas a utilizar estrategias de razonamiento, memoria, atención y lógica.

“El cerebro es una carretera paradójica. Cuantos más coches pasan por una carretera, más se desgasta el asfalto; sin embargo, con el cerebro ocurre lo contrario, y es que cuanto más se usa, más se activa”, asegura el especialista.

→ Es un ejercicio activo: “No es lo mismo que ocurre con la televisión, ya que estar delante de una pantalla te hace sentir y pensar, pero no llevas a cabo una estrategia ni usas la lógica, sino que es una actividad que le hace al espectador convertirse en un ser pasivo”, aclara.

La mielina tiene la función de permitir la transmisión rápida y eficiente de impulsos a lo largo de las neuronas. “Cuanto más activo está el cerebro, más mielina se produce, de forma que se evita que se minimice el deterioro. Se podría equiparar al cerebro con un músculo, pues cuanto más se usa, más se fortalece”, explica.

Además, la reserva cognitiva es “como una despensa”, y es que José Portellano hace una comparación: “si no vas al supermercado habitualmente, no puedes llenar la despensa”. Al no alimentar al cerebro, se queda sin sustento y su actividad se va debilitando poco a poco.

Al igual que ocurre al aprender un idioma, al leer o al tocar un instrumento musical, la persona que, de forma sistemática, facilita la reserva cognitiva, la memoria a corto plazo y mejora el razonamiento. Si esto sucede, es que el cerebro se ve obligado a mejorar su circuito.

“A la hora de hacer sudokus o crucigramas, uno tiene que ponerse retos de cierta dificultad. Tiene que haber una sistemática y un cierto ritmo. La actividad mental es mejor cuando se le dedica tiempo y esfuerzo”, subraya el neuropsicólogo.

Para todos los públicos Mayores y pequeños. No hay límite de edad para hacer este tipo de actividad, ya que ofrecer a la mente algo como esto es una de las claves para mantener una salud cerebral sana.

“¿Quién tiene más lentitud en el procesamiento de la información? Las personas de más edad. Lo cierto es que es bueno en cualquier edad, pero en las personas que son más mayores es más recomendable. Ellas tienen menos fluidez y una actividad cerebral más débil. Es necesario incorporarlo en sus actividades, pero no como una forma de entretenimiento, sino como algo que les está cambiando el cerebro”, expone Portellano.

“Así, el cerebro produce nuevas neuronas. Una persona de promedio tiene 100.000 millones de neuronas, con lo que, si hay algo que contribuya a incrementar la actividad mental son los juegos de este tipo”, añade.

El smartphone está en nuestras manos. De eso no cabe duda. A pesar de ello, nos encontramos con que estos son unos juegos que casi no se han visto afectados por la llegada de las nuevas tecnologías.

“Sin duda es una competencia importante, pero hay que tener en cuenta que todos los periódicos y revistas siguen incluyéndolos en sus páginas como entretenimiento. La prensa es más asequible y no necesita enchufe ni baterías. Una de las claves por las que no se ha dejado de hacer un sudoku o un autodefinido es su sencillez e inmediatez”, sostiene el experto.

“Según los gustos y aficiones, hemos de obligarnos a nosotros mismos a hacer actividades mentales donde estos pasatiempos ocupan un lugar importante”, concluye.