Los esguinces de tobillo suceden cuando las personas giran o cambian de dirección con demasiada brusquedad o cuando se tuercen el pie, causadas en la mayoría de los casos por la falta de fortalecimiento en esta área del cuerpo tan específica.
Esto ocasiona una lesión en los ligamentos que conectan los huesos del tobillo con los de la pierna. Por ello, algunas áreas médicas como la fisioterapia y el acondicionamiento físico, se han visto en la necesidad de desarrollar ejercicios específicos para tratar o prevenir los esguinces.
La recuperación de esguinces es un proceso arduo que se ve facilitado por algunos movimientos como:
- Ejercicios de estiramiento con banda: consiste en cruzar las piernas colocando una banda elástica en cada tobillo, para entonces intentar separarlas; la banda crea fricción para que la fuerza del tobillo aumente. Por lo general esta práctica puede ser hecha en una silla o colchoneta con los pies en el aire.
- Ejercicios con doble banda: debes colocarte dos bandas elásticas en los pies, juntos; luego, dejando los talones apoyados en el suelo, intenta separarlos. Este ejercicio es de gran ayuda para aumentar la fuerza de la parte interna de los tobillos.
- Flexión de pie: para este ejercicio debes acostarte en una superficie plana, donde se puedan estirar los pies libremente, para luego subir y bajar la planta del pie en varias ocasiones. Esto es de gran utilidad porque devuelve la movilidad al tobillo para poder caminar.
- Estiramiento de talón: en este ejercicio debes colocarte frente a una pared, para luego dejarte caer lentamente sobre ella sin levantar la planta del pie; de esta manera ayudas a que los talones se tensionen y adquieran fuerza, evitando otras las lesiones.
- Extensión de dedos: el ejercicio consiste en sentarte en una silla, apoyando la planta del pie contra una superficie plana, para luego levantar únicamente los dedos por periodo de tiempo prolongados.
Estos son algunos ejercicios que pueden ser útiles para prevenir o tratar un esguince, aunque es bueno resaltar que son actividades que requieren de mucha quietud y de una previa autorización por parte de un fisioterapeuta o especialista en rehabilitación física.